La comeniños (saturno devorándose a sus hijos)

Es sabido que la mujer, como el buen vino, se asienta con el tiempo; pero también es sabido que un pendejo no sabe nada de vinos. Entonces ¿qué sentido tiene malgastarse después de los cuarenta, o más, en un pendejo que sabe menos que una?
Uno de los signos más prominentes de nuestra decadencia social son las maduritas que buscan pendejos. Esta es la tipología de mujer que se describirá a continuación.
Este tipo de mujeres atraviesa un proceso de mutación física en primer lugar, busca la forma esmirriada de las adolescentes, viste como tales y actúa como tales.
Lo que la diferencia de las adolescentes no sólo son los largos años, sino la astucia para cazar presas. Una de las trampas más efectivas son las salas de chat.
No hay ser humano que no mienta en una sala de chat, puedo tener cuarenta y decir que tengo treinta, puedo tener marido y decir que soy soltera, puedo hacer y decir más cosas de lo habitual.
El chat es, para los adolescentes e inexpertos, el camino de la salvación, si tienen suerte, se encontrarán con una madurita a la que le gusten las cosas que las adolescentes no hacen, y que para que lo hagan tendrán que trabajar mucho tiempo. Es en este punto donde entra en acción este tipo de mujeres. Comienzan con la charla amena, varias veces a la semana, intercambio de fotos, la mujer toma la iniciativa de mandar mensajes subidos de tono y la presa se enloquece. Después vendrán las llamadas telefónicas y finalmente, la cena.
Otra de las formas más seguras son las barras de boliches y pubs, el pendejo toma cerveza y habla con sus amigos, ella se acerca, pide fuego, pregunta cualquier cosa y entabla conversación, después de un par de lineadas y vasos de cerveza el nene está atrapado.
Dos o tres veces serán suficientes, para la señora, porque el pobre tipo inexperto quedará prendido y prendado por un buen tiempo. A la cacería de nuevo, y así pasarán más y más y nunca la cosecha se acabará, porque si hay abundancia en algo es en ingenuos.
Ahora bien, mencionado el proceso de captura, me pregunto ¿por qué la necesidad de gente joven? Tengo varias hipótesis:
1. Este tipo de mujeres tiene ascendencia vampiresca y necesita sangre fresca para mantenerse viva, y como todo vampiro recurre al encantamiento para llegar al sadismo.
2. Es un problema psicológico generado por los medios masivos de comunicación: la imagen de la mujer eternamente joven, por lo tanto, si los medios lo dicen es el modelo por seguir.
3. El fin justifica los medios: es más fácil conseguir lo que se quiere a través de un pendejo que nunca dirá “no puedo, no tengo”, que de un hombre ya hecho que dice “no” cuando no está de acuerdo o no quiere dar lo que le piden.
4. El problema podría radicar en la destrucción de la familia funcional. Me parece que el incesto se está abriendo paso en el siglo XXI, podría ser su hijo! Estamos retornando al inicio de los tiempos, cuando Saturno devoraba a sus hijos para mantener el poder.
5. Es una competencia inmoral entre feministas y machistas: la sociedad ve al hombre que sale con pendejas como un ganador, y a la mujer que sale con pendejos como una zorra. Por lo tanto, si me ven como tal, es lo que haré.
6. Un problema más profundo: el sinsentido de la vida, el vacío de la persona que lo ha perdido todo, o lo poco que tenía, que ha llegado a los cuarenta sin haber sido productiva en algo.
Aún con todas estas hipótesis no llego a ninguna conclusión exacta, podría ser un poco de todas o nada de ninguna. De todas maneras, no estoy de acuerdo ni con el viejo verde que sale con pendejas ni con la vieja que se las da de pendeja.
Quememos las etapas cuando hay que quemarlas, digo, para no hacer el ridículo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es simple: a los pendejos se les para y a los viejos no

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